Tambores de guerra . Siempre tendremos la poesía como medio de protesta ante el cúmulo de incongruencias y equivocaciones en cadena que definen el comportamiento, las manifestaciones y decisiones de los que se consideran “regentes de la patria”. Creo que es un sentimiento compartido por la mayoría y un grito silencioso de hastío y depresión política o social. De una u otra manera habrá que luchar contra ello.
Redoblan tambores de guerra. Inútilmente.
Nadie quiere ya morir por nada.
Nadie busca glorias, héroes o medallas,
Solo vivir. Creer y crecer tranquilamente.
A aquellos que se empeñan en redoblar de nuevo,
queda el desprecio y la miseria.
No podrán invernar en nuestros cuerpos,
ni podrán convencernos sus ideas.
Hacer de la vida martirio y drama
Es inane intento de la parca
que constriñe y tiñe de amenazas
la victoria de vivir día tras día
el olímpico triunfo de todas las mañanas
que, seguras, nos dan su bienvenida.