Nuestra verdad. Todos tenemos capacidad para juzgar pero con demasiada frecuencia preferimos prejuzgar y lo hacemos de manera demasiado superficial. Prejuzgar significa juzgar sin certezas, careciendo de los conocimientos necesarios y desconociendo los hechos reales por lo que se llega a conclusiones inadecuadas. Quien prejuzga generalmente se equivoca, aunque el refranero español mantenga que “la primera impresión es la que vale”.
Cuando prejuzgamos estamos creando nuestro propio mapa. Una de las premisas de la PNL (Programación Neuro-lingüística) reza “el mapa no es el territorio”, o lo que es lo mismo, que cada persona contempla la vida desde su perspectiva, que en la mayoría de las ocasiones nada tiene que ver con la realidad. La sentencia referida se atribuye a Alfred Korzybski, estadounidense nacido en Polonia que desarrolló la teoría de la “semántica general”.
La enseñanza popular nos demuestra que cada persona tiende su manera de ver la vida y de hacerse su mapa de la realidad, un mapa que será diferente al de los demás. Esto explica que nadie sea dueño de la verdad de las cosas, sino que cada uno de nosotros tiene su verdad. Subjetivismo elevado a la enésima.
La verdad absoluta posiblemente no exista. Así visto, el concepto de la verdad objetiva responde a la suma semi-infinita de verdades subjetivas que resultan más o menos coincidentes.
Nuestra historia pasada, nuestra cultura, nuestra educación, nuestra vida personal o profesional nos ha marcado de tal manera que somos proclives a crear un mapa exclusivo individual. Es nuestro mapa y es nuestra verdad. Una verdad propia, intransferible y que necesita de evidencias ciertas y comprensibles para poder cambiar de criterio y juicio.
El clásico de los clásicos, Aristóteles decía: “Nunca se alcanza la verdad total, ni nunca se está totalmente alejado de ella”. Para Thomas Mann la verdad era cuestión de percepción: “De lo que te digan no creas nada, y de lo que veas, solo la mitad”. Por último una frase de Antonio Machado: “La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés”.
