Mis frases favoritas del cine

Mis frases favoritas del cine. Existen diversos rankings que califican las frases más famosas del cine. Sin embargo, muchas de ellas, por muy famosas que sean, no me gustan o me llenan lo suficiente como para estar en mi propio ranking. Daré algunos ejemplos:

“Siempre nos quedará París” (Casablanca). La encuentro melancólica y cargada de añoranzas de un pasado irrecuperable.

“Más madera…es la guerra” (Los hermanos Marx en el oeste). Es un grito de cómica desesperación. Agota las posibilidades.

“Nadie es perfecto” (Con faldas y a lo loco). Excusa de una equivocación que declara el voluntarismo por encima de todo.

“A Dios pongo por testigo que jamás volveré a pasar hambre” (Lo que el viento se llevó). Lo mismo que cuando Espronceda ponía a Dios por testigo. Una declaración puramente contingente.

“Le hice una oferta que no pudo rechazar” (El padrino). Quizá la máxima expresión del cinismo o de la crueldad social.

“Sayonara baby” (Terminator 2). Traducción en el doblaje de la frase real: “judgment day” o “hasta la vista”. Sin embargo “sayonara baby” se hizo enormemente popular, aunque la gente no sabe muy bien si realmente dice: hola o adiós.

A mí personalmente me inspiran otro tipo de frases que me aporten energía y optimismo. Me parecen estupendas:

“Que la fuerza te acompañe” (Star wars) o “Hasta el infinito y más allá” (Toy story) o “Creo que este es el principio de una hermosa amistad” (Casablanca) u “Hoy es el primer día del resto de mi vida” (American Beauty).

Quisiera destacar dos frases que me parecen redondas, inteligentes y muy oportunas para el momento que estamos viviendo, una vez que asimilamos lo que escuchamos o comprendemos lo que nos cuentan los medios de comunicación:

“Tonto es el que hace tonterías” (Forrest Gump) o la diana de Woody Allen: “Aquél que dijo «más vale tener suerte que talento», conocía la esencia de la vida” (Match Point).

Que cada quien piense y elija sus tres o cuatro frases predilectas…pero sabiendo por qué.